viernes, 7 de septiembre de 2007

Requiem

...Y tras conmemorar la muerte del rey, una muerte más nos secunda. Exequias al tenor italiano...

martes, 4 de septiembre de 2007

A 30 años de la muerte del rey

“El rock ha muerto”. Esta frase ha sido lugar común para cada generación que, al ver en decadencia a sus ídolos musicales, prefiere sentenciar la muerte del rock en su totalidad antes que reconocer que sus tiempos de juventud cedieron su espacio a nuevos movimientos musicales. Los defensores del rock por el rock mismo dirán que éste no muere, sino que solo pasa la estafeta a una nueva generación con otra visión musical. Aseguran que no puede morir un movimiento social, sino que mueren las personas, los seres vivos. En este mismo sentido, nos corresponde recordar que, en este agosto, se cumplen 30 años de la desaparición de Elvis Aaron Presley, declarado formalmente por muchos como “el Rey del Rocanrol”.

Elvis dejó de existir un 16 de agosto de 1977, año en el que los sucesos del mundo de la música poco tuvieron que ver con lo que en sí representa “El Rey”. Este año es el inicio de la era del punk, al surgir discos de los Sex Pistols, The Clash y los Talking Heads; el rock progresivo aún vive tiempos dorados, pues Fleetwood Mac es capaz de ganar el Grammy con su álbum “Rumours”. El pop de los ochenta comienza a trazar su camino; curiosamente, el mismo día que muere Elvis, nace INXS, todavía con el nombre de The Farriss Brothers (tres años después ya serían los que todos conocemos).

En medio del punk y el progresivo, los géneros dominantes del rock en esa década, Elvis estaba fuera de lugar. Era su etapa de decadencia. En esa época, mucho se le criticaba su mal estado físico y su falta de vigor en el escenario. Si bien los años setenta todavía le dieron éxitos millonarios como “Suspicious Minds”, el Rey del Rocanrol se sumió en una espiral de declive que terminó por llevarlo a la tumba a la edad de 42 años. Aún cuando muchas de sus fans lo esperaron durante el gran letargo que representó su servicio militar a lo largo de la década de los sesenta, era evidente que los buenos tiempos ya habían terminado. Sin duda, este fue el primer momento en el que una generación completa prefería declarar al rock muerto.

Treinta años después, las cosas se ven distintas. El punk ha renacido en una versión “feliz” (cuando hace 30 años no había nada más infeliz que el punk), el progresivo existe solo para quien lo busca o lo recuerda, el pop emergió en los ochenta para, con distintos matices, mantenerse vivo. Y al más puro estilo de José Alfredo, Elvis “sigue siendo El Rey”. Pocos recordarán ahora esos tiempos negros del Rey que hemos descrito, pues Elvis es rey por otras razones, como su provocativo estilo de baile, sus originales atavíos, la feliz concreción de llevar la música de los negros a un estilo de blancos, entre otros atributos más. Esas virtudes de su investidura real son pilar fundamental de la industria de la música del siglo XXI.

Ahora, es imposible pensar los videoclips de pop en MTV sin un baile cachondo (cómo olvidar la sudorosa danza de Britney en “I’m a Slave 4 U”); evitar la excentricidad en la vestimenta de infinidad de artistas pop o hip-hop; la colaboración interracial en la música popular norteamericana es algo ya natural. El último gran fenómeno con esta característica es Black Eyed Peas, formado por Fergie (raza blanca), apl.de.ap, will.i.am y Taboo (raza negra), grupo ganador de 3 premios Grammy en los últimos cuatro años. Quizá la relación de Britney Spears o Black Eyed Peas con Elvis no sea evidente a primera vista, pero todos los músicos pop se deben al único y verdadero Rey del Rocanrol.

Treinta años después, el rock no ha muerto, ni tampoco El Rey. Su herencia la percibimos en cada canción del Top-40 que nos guste, en cada ocasión que bailamos, en cada momento que pretendemos actuar como el galán que a todas conquista. Elvis es más que el Cadillac rosa, que el “rock de la cárcel” y un puñado de infames películas juveniles. Representa el inicio de una vida de juventud libre, desenfrenada, rebelde y con actitud propia. ¡Que viva el Rey!

viernes, 13 de julio de 2007

Reflexiones sobre Live Earth (1)

Además del ya tratado asunto de las Siete Nuevas Maravillas del Mundo, el pasado sábado 7 de julio fue relevante en el mundo de la cultura ante la realización de un gran concierto mundial llamado Live Earth, cuyo principal propósito es gnerar concienc en las nuevas generaciones sobre el problema del calentamiento global y sus efectos inmediatos en nuestro planeta. Indiscutiblemente, este evento toca muchos aspectos relevantes, por lo que trataré de irlos desmenusando poco a poco en este espacio.

I. Los conciertos masivo-mediáticos

Si a los Mamas and the Papas, organizadores del Festival de Monterey de los años sesenta, les hubieran dicho que su idea terminaría en un concierto simultáneo en ocho ciudades, seguramente no lo hubieran creído. Sin embargo, esa es la esencia en cuanto a logística de este Live Earth. Entre Monterey y Live Earth hay eventos importantes que van dando la pauta de estos magnánimos conciertos. Obviamente está Woodstock; pero el que marca la pauta en cuanto a difusión y mercadotecnia se refiere es el Live Aid, realizado exactamente hace 22 años (el 13 de julio de 1985 para ser más precisos).

Live Aid juntó a los grandes iconos del rock pop de los ochenta: INXS, Men at Work, Joan Baez , The Who (ambos herederos de Woodstock, por cierto), Mick Jagger, Queen, U2, lo que quedaba de Led Zeppelin, Duran Duran, Phil Collins, entre muchos más. Además de este tremendo cartel, lo más importante de Live Aid fue el hecho de que el mundo de la farándula roquera (si es que esto existe o aplica) se reuniera en una gran comunidad que pretendía combatir un problema mundial, en este caso, la hambruna en África, principalmente en Somalia y Etiopía.

Live Earth es un gran heredero de ese espíritu surgido de Live Aid. Aunque el rock ya había manifestado en otras épocas su fondo político y social, estos esfuerzos hacen manifiesto que no solo se trata del discurso, sino que la música también puede ser un vehículo poderosísimo para participar activamente en los problemas del mundo.

Indiscutiblemente, estos conciertos conservan el gran espíritu manfiesto en la mejor canción que el rock haya dado hasta ahora, no solo por su música sencilla y bien trabajada, sino por su propuesta social y política. Cuando los músicos hacen esto, sí podemos "imaginar a toda la gente viviendo para el hoy". Si John Lennon viviera...

sábado, 7 de julio de 2007

Arte y cultura: ¿banalización o reconocimiento?

Este fin de semana ha sido importante para el mundo del arte y la cultura en México. El día de ayer, viernes 6 de julio, se celebró el centenario del natalicio de la pintora Frida Kahlo; el día de hoy, 7 de julio, Chichén Itzá ganó un lugar entre las llamadas 7 Nuevas Maravillas del Mundo. Ambos eventos han tenido una gran difusión en los medios masivos no solo nacionales, por lo que México y su cultura han estado en boca del mundo en las últimas 48 horas. Sobre esto, hay dos posiciones encontradas: unos consideran que esta difusión banaliza el arte y la cultura; otros considerarán que esta difusión es producto de la calidad y el reconocimiento es consecuencia de ésta. Veamos qué sustenta a cada postura con cada caso.

Empecemos con el evento primero en tiempo: el centenario de Frida. Sobre esta excéntrica pintora mexicana se han dicho cantidad de cosas, muchas de ellas opuestas. Sus defensores destacan el empeño de una mujer cuya biografía está marcada por la tragedia y el amor; exaltan una obra introspectiva y a la vez muy imaginativa. Para algunas mujeres, Frida ha sido estandarte de una feminidad mexicana.


Para los detractores, la Kahlo es una oportunista que surgió de la sombra de Diego Rivera, una mujer egocéntrica, indefinida hasta en su tendencia sexual. Lo cierto es que, sea una cosa u otra, esta pintora cuenta con reconocimiento internacional y según encuestas de TV es una de las tres grandes mexicanas de la historia -sólo atrás de La Corregidora y Sor Juana-.

Chichén Itzá tiene, por su parte, todo en su favor y casi nada en contra. Este recinto maya simboliza la cúspide del conocimiento y cultura de esta civilización prehispánica. El evento del Equinoccio representa la unión de los mundos del hombre, pues tiene un pie en la perfección de la ciencia (siempre será en Equinoccio) y otro en la magia de la imaginación mística del ser humano (las sombras que forman la serpiente que baja). Estas características hacen de Chichén Itzá una auténtica maravilla, más allá de un concurso por Internet.

Frida y su ambivalentes opiniones, Chichén Itzá con todo el orgullo maya, ambos traen en común un reconocimiento a rasgos del arte y cultura mexicanos. Sin embargo, no todos estarán de acuerdo en dicho reconocimiento. Para los detractores, esa "fridomanía" que se ve en llaveros, encendedores y corbatas es solo una oportunidad más para vender a propósito de la pintora. En el otro caso, no son detractores del sitio arqueológico sino del concurso virtual los que se oponen, pues ven en esta votación solo un oportunismo para vender souvenirs y tours a las llamadas "Siete Nuevas Maravillas". El elemento que une a los opositores es la mercadotecnia y la difusión-casi-de-supermercado que recibieron los eventos.

Para la otra postura, donde yo me identifico, la mercadotecnia y la comunicación masiva no trivializan la obra previa. Los mayas no hicieron el Observatorio para que se les diera Prime Time de televisión, ni pienso que Frida, con todo y sus aspectos criticables, haya pintado para hacer de su obra una marca registrada. La mercadotecnia es una pandemia a la cual no se puede escapar en nuestros tiempos. Ante esta realidad, dolorosa para algunos, los distintos "campos de acción" de la sociedad se deben adaptar. Así como hemos visto el surgimiento en México de la llamada "mercadotecnia política", tampoco nos debe asustar el nacimiento de la "mercadotecnia cultural" o "artística". Así como los spots de televisión no hacen mejor o peor a Vicente Fox que a José López Portillo -cortados por la misma corrupta y cínica tijera-, la promoción de Chichén Itzá o Frida no demeritan su valor, pero tampoco le enaltecen.

Siguen siendo sabias las palabras de Jesús: "al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". A los mayas lo de los mayas, y a Frida, lo de Frida. Con o sin "Jesucristo Superestrella", llaveritos de pirámide o mascadas de "Las dos Fridas", esta es la verdad que priva.

viernes, 29 de junio de 2007

Rockstars de a mentis

El día de ayer entré a la oficina de un amigo. Estaba en esos tiempos muertos que todo mundo conocemos, viendo el famoso YouTube. Vimos varios videos sobre un músico talentosísimo que me hizo reflexionar sobre el tema de hoy: los músicos ficticios. Me refiero a músicos o bandas que existen en una historia de ficción, cuya fama excede su mundo y se han vuelto ampliamente reconocidos. He aquí un brevísimo recuento de estos estrellas de peluche, trapo o tiza:

Número 5:
Josie y las Gatimelódicas (Josie and the Pussycats). Surgieron del cómic de Archie hasta que lograron su propia fama y llegaron a tener su propia caricatura producida por Hanna Barbera. La banda está formada por Josie McCoy en la guitarra, Melody Valentine en la batería y Valerie Brown en la voz. Curiosamente, esta banda no requiere bajo, teclado o algún instrumento de soporte armónico. ¡Vaya virtuosismo de trío!

Número 4:
Alvin y las Ardillas (Alvin and the Chipmunks). Trío ficcional de ardillas músicos que comenzaron grabando discos y terminaron por tener también su propia serie de dibujos animados. Este grupo integrado por Alvin, Theodore y Simon tuvo tal impacto que en la serie animada se tuvieron que formar las Chippettes -su contraparte femenino- para dar gusto a todos los niños. Es más, no podemos extraernos de recordar la versión "región 4" con ¡Lalo Guerrero y sus Ardillitas -Pánfilo, Anacleto y Demetrio-!

Número 3:
Encías Sangrantes ("Bleeding Gums" Murphy). Saxofonista que aparece en Los Simpsons en solo 2 episodios, pero marcó completamente a Lisa Simpson en su afición por el saxofón, pues guarda con mucho cariño el único disco que éste logró producir. Es memorable el episodio donde aparece a la luz de la luna tocando su saxofón. Esa fue la noche de su muerte -aún se cuentan con los dedos los personajes de los Simpson que han muerto-, convirtiéndose así en un mito.

Número 2:
La banda de la Cantina de Mos Eisley. (Frigrin D'an). Fanáticos de Star Wars, recuerden aquel momento en el que entran ObiWan y Luke a negociar con Han y Chewy. Además de ver a ObiWan en acción, la escena es recordada por la banda musical. Aunque dos episodios después aparece la banda privada de Jabba, se hace valer el dicho de que "el que pega primero, pega dos veces". La banda de Mos Eisley es la primera de Star Wars y, como tal, tiene un lugar aparte.

Número 1:
La banda de los Muppets (Dr. Teeth and the Electric Mayhem). Sencillamente única. Una banda completísima: El Dr. Dientes en la voz y el teclado, Janice en la guitarra, el Dr. Floyd Pepper en el bajo, Animal en la batería, Zoot en el saxofón y Lips en la trompeta. No hay banda ficticia que tenga tanta instrumentación. Además, su impacto en la cultura pop fue de gran consideración. Grandes estrellas pasaron revsita con esta banda. Elton John, Alice Cooper, Dizzy Gillespie, Joan Baez son algunos de los músicos que compartieron escenario con la gran banda de los Muppets.

Resta decir solamente que el video que estaba viendo con mi amigo era un solo de batería de Animal. Era tan, pero tan bueno, que le pegó durísimo hasta prenderse fuego.

PD: Se aceptan sugerencias a esta lista. Esto es solo lo que yo pude recordar y quise compartir.

viernes, 22 de junio de 2007

Cumpleaños

El pasado lunes 18 este exégeta celebró un aniversario más. Un muy buen amigo me avisó por un mensaje SMS que compartía la fecha con Sir Paul McCartney. Cosa muy curiosa. Entonces me di a la tarea de ver las efemérides del 18 de junio y encontré cosas bien interesantes. Un simpático autoregalo de cumpleaños. Comparto con los lectores el resultado de los 10 personajes famosos que nacieron el mismo día que yo.
  1. la zaresa Anastasia (1901)
  2. la actriz Eva Bartok (1927)
  3. el sociólogo Jürgen Habermas (1929)
  4. el expresidente brasileño Fernando Henrique Cardoso (1931)
  5. el beatle Paul McCartney (1942)
  6. el entrenador del Real Madrid Fabio Capello (1946)
  7. el beisbolista Andrés Galarraga (1961)
  8. el guitarrista Dizzy Reed de Guns n'Roses (1963)
  9. la actriz de "Smallville" Alana de la Garza (1976, igual que yo)
  10. el ala cerrada de los Chargers, Antonio Gates (1980)
Sabía de la existencia de estos diez, y no sabía que compartíamos cumpleaños. Curiosa coincidencia. Les recomiendo que hagan este ejercicio. Es bastante entretenido.

miércoles, 13 de junio de 2007

Rock en español: año de reuniones


Sin duda alguna, para los que tenemos entre 27 y 35 años y gustamos del rock, la década comprendida entre 1985 y 1995 fue altamente prolífica en cuanto a rock en español se refiere. Grandes bandas mexicanas, argentinas, colombianas, chilenas y españolas dieron lo mejor de sí durante esos diez años. Las batallas del rock latinoamericano emergidas de los años sesenta y que se extendieron por veinte años más lograron su total maduración durante esos dos lustros. Pero con el inicio del nuevo siglo, el movimiento se diluyó y ahora existe un ambiente distinto, con otras características.

Sin embargo, el legado es fuerte. Las bandas actuales reconocen el trabajo de los grandes de finales de los ochenta y principios de los noventa. El peso específico en el rock hispanocantante de bandas como Soda Stereo, Héroes del Silencio, Café Tacuba o Caifanes es indudable. Aún en sus nuevas facetas, gente como Gustavo Cerati, Enrique Bumbury o Saúl Hernández aportan a la formación de nuevas bandas. El trabajo solista de los dos primeros y la etapa Jaguares del segundo han tenido éxito comercial y son constantemente invitados a compartir escenario con bandas nuevas. La trayectoria cuenta, no hay duda.

Pues ahora resulta que en este 2007 se ha concretado el regreso de Héroes del Silencio y de Soda Stereo, como ha sido la tendencia internacional en los últimos años en la escena anglocantante (ahí están The Who, Black Sabbath y hasta Rage Against the Machine, por ejemplo). Sin duda, la expectativa por dichas reuniones es inmensa y seguramente el boletaje para estos recitales estará calientísimo y se extinguirá en minutos.

Pero queda una leyenda pendiente: Caifanes. Bueno, pues esta agrupación pasa por fechas críticas en su historia. Este año se cumplen 20 años de su formación y el venidero 2008 será el 20 aniversario de su primer disco. Los rumores están durísimos; se dice que Saúl, Sabo, Alfonso y Diego se reunirán en próximos meses, solo que con piel de "jaguar". ¿Será? Ya veremos, dijo un ciego...

miércoles, 6 de junio de 2007

¿Pistolas o Rosas?


El día de ayer se presentó una vez más en la Ciudad de México el aclamado grupo de metal ochentero, Guns n'Roses, o más bien, lo que quedó de él. Me llama la atención que, a pesar del tiempo y las rupturas, este concierto fue muy bien recibido entre los fans mexicanos, casi como recibieron a Nery Castillo con la Selección Verde-Ratonera anoche también en el Azteca.

A mí mismo como fanático de este grupo angelino me genera muchos sentimientos encontrados el hecho de que Axl Rose haya venido a dar un recital usando el nombre de la mítica banda. Con los cuates de la chamba que comparten este gusto comentamos "Hoy toca Guns; bueno, Axl Rose". La realidad es que no sabíamos cómo llamar a este grupo. Por ello dedicaré las líneas de hoy a revisar dónde está el verdadero sustento de Guns; ¿es Axl, es Slash o incluso alguien más?

Pues empezaré por la hipótesis de uno de estos cuates de la chamba, quien me respondió a esta pregunta: "El genio creativo de Guns era Izzy (Stradlin)". Argumentó que la mayoría de las canciones y letras fueron compuestas por él. Llegué del trabajo a revisar mis discos y me llevo la sorpresa que el registro de autoría aparece como "Guns n'Roses". Ahora resulta que la red tiene más y mejores datos que las fuentes originales. Quién diría. En fin. El chiste es que Internet me arroja que Stradlin participa en 9 de los 12 temas de "Apetite for Destruction"; en 8 de 16 en "Use Your Illusion I" y en 4 de 14 en Illusion II. Pero también al revisar los datos, pues resulta que es muy común la presencia de Axl y Slash; incluso Duff "The Rose" McKagan participa también en un importante número de canciones. De ahí la autoría colectiva en los discos.

Tras esta búsqueda llego a la conclusión de que Guns n'Roses eran todos juntos, hasta el mal baterista Steven Adler aportaba mucha personalidad. Si dudamos en llamar a la banda de Axl como "Guns n'Roses", pues también habría que ubicar que el proyecto de Slash, McKagan y el segundo baterista Matt Sorum con el ex vocalista de Stone Temple Pilots Scott Weiland llamado "Velvet Revolver" resulta algo difícil de digerir para muchos fans de Guns.

Ni modo, hay que decirlo como es: Guns solo hubo uno. Lo demás, son puras imitaciones.

viernes, 1 de junio de 2007

El gran Sargento cuarentón


Pocos se atreven a disentir sobre la idea de que los Beatles son la mejor banda de rock que existe, existió y existirá en la faz de este mundo. Sin embargo, no todos podrán distinguir que el cuarteto de Liverpool fue uno antes de 1967 y uno completamente diferente tras este año. El lanzamiento de su octavo álbum "Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band" el primero de junio del citado año representa un hito no solo para los Beatles, sino para la historia de todo el rock en sí mismo.

Empecemos por analizar a los propios Beatles y el porqué del parteaguas para sí mismos. Antes del "Sargento Pimienta", su música se caracterizaba por piezas cortas, melodías basadas en los acordes en la guitarra y cantos a coro, fundamentalmente. La temática giraba en torno a los amores de adolescente como "She Loves You", "Love Me Do", "All My Loving", solo por citar algunas de entre los diez temas que a ojo veloz y avizor logro recordar en los primeros siete Long Plays del cuarteto donde la palabra "Love" aparece en el nombre. Ya no nos pongamos a ver las apariciones de esta melosa palabra en las letras de las canciones, porque entonces este texto no estaría listo hoy.

Después del citado disco de saturada portada, el giro es notorio. Se aprecian composiciones más elaboradas donde las guitarras pueden "llorar gentilmente" con solos más complejos, las voces dejan los coros y se vuelven hasta efectistas ("I Am the Walrus", por ejemplo). En la temática, el amor adolescente se convierte en un amor "hippie", donde no importa en sí ser correspondido por una dama, sino amar por el simple hecho de hacerlo ("All You Need Is Love") y la metáfora y hasta la alegoría se vuelven mucho más presentes en las letras. Son unos Beatles más creativos y más "artistas". Se dice que el responsable fue Bob Dylan al darles a probar ciertos "humos locos".

La influencia del Sargento sobre el rock en su conjunto es también notoria. Para muchos, este disco representa el inicio de la psicodelia, y con ello, del rock como un ente distinto del rocanrol. La creación de un "disco conceptual" demostró que esta no era una música de paso sino que sus posibilidades creativas y representativas son tan infinitas como la música misma. Asimismo, establece que el lugar de los Beatles es el de los padres de todo el rock. Su primera etapa resultará inspiradora para los grupos más pop, con una idea más "comercial"; la etapa que inaugura el "club de corazones solitarios" es el del rock más "vanguardista", el conceptual y creador de nuevos estilos dentro del rock.

A cuarenta años de su aparición (motivo para un relanzamiento del álbum), los roqueros debemos reconocer la importante contribución que los escarabajos hicieron a la música con la creación de un disco revolucionario desde su portada misma. A este sargento, sí que me le cuadro y lo saludo con honores.

lunes, 28 de mayo de 2007

30 Aniversario recordando a ... John Williams

El pasado 25 de mayo se conmemoró oficialmente el 30 aniversario de la serie fílmica que ha revolucionado el cine de Hollywood al narrar los andares de un par de androides por el espacio sideral. Con el paso de los años, Star Wars se convirtió en un fenómeno de cultura de masas, creando fanáticos compaginados con alguno de los muchos detalles narrativos y creativos de la historia galáctica, desde los simples juguetes hasta los que han iniciado toda una religión alrededor de "La Fuerza".
Uno de esos detalles de la épica cinematográfica de George Lucas que se ha convertido en todo un culto es la música escrita por John Towner Williams. El tema de entrada, la Marcha Imperial, el tema de La Fuerza, son algunos de los leif motif más representativos de esta serie. Lo importante de este homenaje a Williams es destacar toda su carrera más allá de Star Wars.

Pocos saben que Williams tiene 5 estatuillas del Óscar y más de 40 nominaciones de la Academia (solo superado por Walt Disney); que ha desarrollado himnos para cuatro Juegos Olímpicos (Los Ángeles 84, Seúl 88, Atlanta 96 y Salt Lake City 02); y que su jefe favorito en la cinematografía no es George Lucas sino Steven Spielberg. Al lado de éste participó en filmes muy relevantes en la historia de Hollywood como Jaws (conocida en México como "Tiburón"), cuyo tema de dos notas se ha vuelto representativo de los ataques de tiburón; o la famosísima serie de Indiana Jones, rematando con la multiaclamada E.T. El Extraterrestre. De hecho, Williams solo no ha participado en una cinta de Spielberg: "El Color Púrpura".

Sin duda, Williams es el músico más prolífico de la industria del cine norteamericano y su obra más famosa es razón suficiente para hacerle un pequeño homenaje al hombre responsable de la revaloración de la música de orquesta para el cine; del abandono del cliché "cine de ciencia ficción ergo música electrónica"; de la música con un alto valor épico. Indudablemente, John Williams, "The Force is strong in you".

lunes, 14 de mayo de 2007

¡¡¡Música, maestro!!!

En México, este 15 de mayo conmemoramos el Día del Maestro. Los niños faltan a clases, las escuelas organizan grandes convites con banquete, rifas, regalos y un grupo versátil de música para amenizar el festín. A la voz de “¡Música, maestro!”, el grupo comienza a ejecutar las bellas melodías que el pópulo gusta de bailar en cualquier tipo de festejos.

Pero, detengámonos un poco. Hemos dicho “¡Música, maestro!”. ¿No que era la celebración de los maestros? ¿El músico es o no es maestro? ¿Por qué llamamos maestro al músico, si no enseña nada (o sí)? Pues este espacio propone que reflexionemos sobre la íntima y extraña relación que guardan estas dos palabras: “¡Música, maestro!”

Estamos tan acostumbrados en pensar en la música como el arte que se expresa a través del sonido que ya ni siquiera se nos cruza por la mente la posibilidad de cuestionar esta idea. Sin embargo, originalmente, la música no era solo sonido, sino era todo el arte en sí mismo. La etimología griega alude a su carácter integral, pues representa la suma de todas las artes patrocinadas por el coro de las Musas bajo la protección de Apolo. El sufijo griego “ike” simplemente nos dice “referente a”; como la física es “referente a los cuerpos” o la ética “referente a la personalidad”, la música es lo “referente a las Musas”, diosas inspiradoras de poesía, artes y ciencia. Los griegos “cantaban” su poesía (arte tradicionalmente vinculada a la necesidad de una “musa inspiradora”) con ayuda de la lira, y es de ahí que ahora vinculamos la idea de música con el arte de expresar algo bello con sonidos.

En cuanto a “maestro”, también asumimos un sentido que no fue el original. Magistere quiere decir “el que se para más alto” y es el opuesto de ministere. Así, el “maestro” es el que tiene más méritos para pararse en lo alto de entre sus pares. Eran sus conocimientos o habilidades los que le permitían al “maestro” pararse por encima de los demás. Esa misma capacidad a la que estamos haciendo alusión le da la facultad moral de enseñar a los demás, a los aprendices del oficio, de ahí su moderno emparejamiento con la idea de profesor, “el que profesa”, el que dice algo importante.

Hasta aquí logramos entender el sentido original de los términos, pero ahí no hay relación para formar el “¡música, maestro!”. El poeta de la lira no necesariamente enseña a los demás, ni tiene algo qué decir, sino solo sentimientos que expresar a través de la más abstracta de las artes.

Es altamente posible que la unión de ambos términos se diese hasta el Renacimiento, cuando las artes fueron señal de habilidad y conocimiento, adjudicándosele el término “maestro” al artista capaz de desarrollar obras insólitas (léase los Miguel Ángel y Rafael (no confundir con las Tortugas Ninja, por favor)). Los músicos, como artistas innovadores, también ganaron el mote de “maestro”, y fue en ese momento que se puede establecer un vínculo con su original sentido etimológico, pues esos grandes músicos y artistas se pararon “por encima” de los demás ante las grandes cortes nobiliarias de la pomposa Europa renacentista.

Ahí aparecen los Bach, Beethoven, Brahms, Mozart y otros músicos que fueron llamados “maestros” y que ahora hemos aplicado a los Sinatra, Lennon, Hendrix en el contexto anglófono y globalizador; o bien, los Pedro Vargas, Manzanero, Pérez Prado o José Alfredo en el contexto tropical mexicanizado. En el plano estrictamente musical, Manzanero no tendría comparación con Bach; pero en su contexto, ha hecho obras insólitas que le dan la posibilidad de erigirse por encima de sus pares, músicos mexicanos.

En estricto sentido, al grupo versátil del Día del Maestro no se le debería aplicar nuestra frase, pero en el mínimo sentido original, subimos al grupo a una tarima para que todos los vean al bailar. Se paran en lo alto y eso los hace “maestros”, como el profesor que sube al estrado a acallar batallas a cerbatana de pluma Bic todos los días del calendario escolar. Honor a ambos, pues no es nada sencillo subir y domesticar las masas. ¡Felicidades, maestros!

jueves, 10 de mayo de 2007

La madre de todos los roqueros

Ahora que es 10 de mayo y todos nos acordamos de nuestra progenitora (y no de la de otros porque se nos cerraron en el tráfico), este espacio se ha puesto a indagar sobre los músicos de rock que han recordado a la suya, y en ocasiones hasta la de otros.

Han sido muchos los artistas, sobre todo pop, que han dedicado algunos versos para referirse a su mamá. George Michael en “Mother’s Pride” hablaba del orgullo de la mamá al enviar a su hijo a la guerra emulando las glorias y hazañas de su padre, ese gringuísimo cliché del belicismo fatuo y sin sentido. Madonna en “Mother and Father” recuerda los momentos felices con su madre hasta los cinco años, pues la canción narra su pérdida a esa corta edad para así comenzar una época difícil en la que su padre trató de guiarla y fracasó. Por su parte, Cindy Lauper en “Mother” juega con la palabra madre para evocar el origen de los Estados Unidos en su madre patria la Inglaterra, recordándoles que, aunque todo el mundo sigamos empeñados en decirles que no tienen, ¡sí tienen madre!

En una actitud completamente distinta (y punk, sobre todo), Blink 182 se propone celebrar el Día de las Madres (“Mother’s Day”) tocando, mamando y fornicando; no sé a quién (tal vez quieran evocar a Gael y Diego en cierto filme de Cuarón). Esta canción puede considerarse un tanto cuanto “desafortunada” para dedicarla el día de hoy. Pero si de canciones roqueras dedicadas a la madre hemos de hablar, hay dos que destacan de sobremanera.

En primer lugar, nos referiremos a The Doors y su edípica “The End”, donde retomando la trama central de la tragedia de Sófocles (donde Edipo mata al rey, su padre, y toma a la reina, su madre, como esposa), Jim Morrison se propone matar a su padre y fornicar a su madre. Esta canción fue un gran revuelo en su época donde pocos podían observar el sentido evocador al clásico griego y sí una gran falta a la moral cristiana de una sociedad más conservadora que la actual. Con esto no sería la primera ni será la última vez en la que alguien se refiera a Morrison como “adelantado a su época”.

La gran estrella de las canciones roqueras matriarcales se la lleva Pink Floyd, indiscutiblemente. Uno de los capítulos más significativos del conceptual álbum “The Wall” es la canción que Roger Waters dedica a una madre protectora que, si bien cuida que nadie le haga daño a su hijo y le resguarda del posible mal, también lo ata a su regazo y evita que éste viva su libertad y su plenitud; le transmite sus miedos, pero le permite cantar, liberando la ventana poética de la vida de su hijo. Sin duda esa fue la única salida que tuvo Roger Waters en su complicada infancia y que, como haya sido, reconoce que fue su madre quien le abrió esa puerta que hoy lo hace uno de los músicos rock más reconocidos en el orbe.

Con este brevísimo recuento, pues hemos dejado fuera de este texto a muchos otros artistas, nos podemos dar cuenta de que los roqueros tienen madre… y a mucha honra. Si Alex Lora gritaba sin decoro: “¡¡¡Mamá, préndele a la radio que va a salir el Tri!!!” y el rock no queda humillado, también este humilde blogero puede pedirle a mami que en este su día, aunque sea ella, lea este recóndito y arrumbado blog.

lunes, 30 de abril de 2007

¿Coachella Región 4?

En este extinto fin de semana aconteció en el sur de California una versión más del Festival de Música y Artes del Valle de Coachella, evento que se ha convertido en la panacea del rock alternativo y géneros que lo acompañan en este naciente siglo.
Heredero del malogrado Woodstock 99, que perdió completamente el espíritu de Peace & Love del original evento de 1969, en su corta historia, Coachella pretende asumirse como estandarte de una nueva generación que no ve al rock como bandera de nada en particular, ni un estilo de vida, mucho menos “contracultura”. Si bien esa misma indefinición puso en riesgo la continuidad del evento en sus primeros años, ahora se ha vuelto el escenario ideal para las reuniones de bandas, comenzando por Jane’s Addiction en 2001, los Pixies en 2004, Bauhaus en 2005 y ahora Rage Against the Machine en 2007, solo por mencionar algunos.

Casualmente, en la edición de 2007, Coachella prácticamente coincide en tiempo con la versión nacional de estos conciertos de varios días y varios escenarios. Con solo una semana de diferencia vendrá este año el Vive Latino, que en su entorno latinoamericano (como lo dice su nombre) ha sido el evento que ha permitido integrar el rock en español de todo el continente, incluyendo el sur de los Estados Unidos. Si bien este nuestro concierto no se caracteriza por las reuniones (hasta donde recuerdo, sólo Botellita de Jerez lo ha hecho), esto no le resta importancia y méritos al Vive Latino.

La coincidencia temporal en 2007 motiva a la comparación entre los eventos. El lugar común y malinchista nos llevaría a pensar que el Vive es una copia tropicalizada de Coachella. Sin embargo, creo que hay elementos suficientes para no verlo así. En primer lugar, Vive Latino nació un año antes que Coachella (1998 y 1999, respectivamente), lo que nos hace pioneros. También habría que considerar su originalidad: Mientras Coachella es heredero de Woodstock y de Lollapallooza, su lucha es por lograr una identidad propia como festival y como generación; Vive Latino no trata de emular a Avándaro, por ejemplo, ni tampoco tiene necesidad de identificar generaciones, pues en su escenario han pasado desde grupos legendarios como El Tri hasta lo más “nuevo” como Allison o Jessy Bulbo, con sus respectivos públicos. El propósito no es generacional sino lingüístico y cultural.

Así que, al muy humilde juicio de este amigable pochteca, Vive Latino tiene un espíritu propio y original y no representa la “región 4” de Coachella o cualquier otro festival de rock angloparlante que les pueda venir a la mente. Así pues, ¡que viva el Vive!

miércoles, 25 de abril de 2007

Derechos y piratería: polos opuestos de un mismo problema

El pasado lunes 23 de abril se conmemoró el Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor por decreto de la UNESCO. Es un día de interesantes coincidencias en el mundo de la literatura. Ese mismo día fallecieron los dos más grandes escritores (pocos se atreverán a objetarme) de todos los tiempos: Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Qué mejor pretexto para conmemorar al libro y al copyright.Reflexionar sobre la propiedad intelectual en nuestros tiempos es algo indispensable. Darle valor de propiedad a las ideas fue uno de los ejes preponderantes de la modernidad y su relación con el arte, las letras y la ciencia. Sin embargo, esta época cibernética se consolida como la de mayor es dificultades para este derecho. La facilidad con la que los medios tecnológicos copian datos e información sin perder "calidad" nos lleva a una fragilidad del concepto, pues cada vez es más difícil controlar la duplicidad y peor aún, hacerle llegar sus "derechos" (generalmente representados en forma monetaria) a los creadores de la obra.

Para nadie es secreto la crisis actual del libro. Ni escritores ni editores ni casas editoriales pueden hablar hoy día de un "negocio" en la industria editorial. Y qué decir en otros ámbitos de la creatividad como la música o el cine, que si bien no están en la decadencia del libro, sí han tenido que hacer cambios en la lógica de sus propias industrias. En el primer caso, vemos cómo cada día las casas disqueras arriesgan menos en lanzamientos de artistas mientras la piratería se ha convertido en su principal rival. En cuanto al cine, vemos como los negocios de renta de películas prácticamente no existen, pues los bucaneros de Tepito no rentan, sino venden a un precio mucho menor. Agregue a esta ecuación la proliferación de software para descargas por Internet para cualquiera de los tres productos (libro, música, cine), una forma muy sutil de piratería que termina por poner en jaque a la difusión industrializada de las ideas.

Pero del otro lado de la ecuación económica, la del consumidor, el fenómeno se presenta de forma muy distinta. Cómo hacer para comprar un libro, un disco o un DVD de 200 pesos o más cuando se gana esa cantidad en varios días de trabajo. Si en la calle ofrecen estos productos a un ínfimo precio, pocos se resisten a tan preciada tentación. A este tipo de consumidor de cultura poco o nada le preocupa la participación económica que debiera tener el creador de la obra, pero sí su propio bolsillo. Sin embargo, es preferible que consuma cultura a que se quede fuera de este ámbito.

El gran reto de nuestros tiempos en términos de propiedad intelectual consiste en respetar este derecho y permitir que el autor vea los frutos de su creación y reciba más beneficios por ello, pero también que el consumidor pueda obtener el producto original a precios accesibles. Es una ecuación mucho muy compleja, pero de no mostrarse ambas caras de la moneda, esta crisis seguramente se agudizará y terminaremos por perder este importante reconocimiento a los fabricantes de ideas.

miércoles, 18 de abril de 2007

Virginia Tech, Jeremy y el rock

Tras la masacre ocurrida en el Virginia Tech este lunes donde han perdido la vida 33 personas, una serie de reflexiones se han desatado en los medios estadounidenses en torno a un problema cada vez más común en el vecino país del norte.
Mucho se comenta sobre la facilidad con la que se puede conseguir un arma, las endebles medidas de seguridad en los centros educativos, la necesidad de cambiar las leyes para permitir a los maestros (por lo menos) portar armas en escuelas y universidades, la fragilidad emocional de las mentes juveniles y otra serie de reflexiones pertinentes.

Sobre esta última, algunos grupos de derecha han vinculado históricamente estos desajustes mentales en jóvenes a su consumo de rock. Que si AC/DC es un nombre que invoca al anticristo, que si Judas Priest ha sido responsable del suicidio de un joven en Gran Bretaña, que si Marilyn Manson influyó en los asesinos del caso Columbine en Estados Unidos. Pero nadie reivindica lo que el rock ha hecho por denunciar estos problemas.

El mejor ejemplo es "Jeremy" de Pearl Jam. La letra denuncia uno de los primeros casos de violencia escolar en Estados Unidos. En 1991, en una escuela en las afueras de Dallas, Texas, un escolar se suicidó frente a sus compañeros de clase. El hecho ocupó un lugar importante en los noticieros y periódicos de Estados Unidos, y con la distancia que otorgan los años, puede decirse que fue el inicio del interés mediático en esta nueva forma de violencia, según lo relata Carlos Sierralta en su ensayo "Reflexiones en torno al discurso antiurbano de Pearl Jam" (www.bifurcaciones.cl/001/Sierralta.htm).

La denuncia del problema la hizo el rock de forma anticipada y ahora hay quien lo quiere hacer culpable. "Jeremy" se anticipó al problema, vio el inicio de un asunto que se convertiría, 16 años después, en un asunto que consterna a la comunidad internacional y que pone en entredicho el sistema de valores y libertades bajo el que se conduce la sociedad estadounidense. Bien lo decía Miguel Ríos: "el rock no tiene la culpa de lo que pasa aquí".

miércoles, 11 de abril de 2007

Caminos de Michoacán



Al regreso de vacaciones de Semana Santa, donde los chilangos nos encargamos de instaurar pequeños periféricos y viaductos en todas las carreteras del país y callejuelas de cuanto pueblo es visitable en este país, me re encuentro con la ciudad y la música y me vengo a enterar que se cumple el cincuentenario luctuoso del máximo ídolo de la música en México: el inmortal Pedro Infante.

Qué mejor manera de que este blog dedicado a la música conmemore a tan singular cantante que compartiendo mis vacaciones con mis lectores al son de una ranchera, como “Caminos de Michoacán”. No fuimos ni a Uruapan, ni a Tacámbaro, ni pa’Ciudad de Hidalgo; pero sí anduvimos por varios caminos de Michoacán y pueblos que fui dejando. En la imagen, la bellísima Santa Clara del Cobre, con sus licorerías típicas (sí nos trajimos un charanda) y músicos locales. Folclor puro.

Por muy urbano y moderno que viva uno, por muy roquero y jazzero que se quiera uno declarar, se antepone siempre lo mexicano y no nos podemos sustraer a los pueblitos, el folclor, las canciones rancheras y, por supuesto, Pedro Infante. Mexicano que niegue haber crecido con él, seguramente no es mexicano.

martes, 3 de abril de 2007

Korn y la sutil rudeza de recrear

Recuerdo con singular nostalgia aquellos días noventeros en los que uno sintonizaba su televisor en Music TeleVision y podía sintonizar ¡¡¡MÚSICA!!! Sí, alguna vez MTV daba razón a su nombre y transmitía videoclips, entrevistas a músicos y presentaciones en vivo. Entre ese contenido, uno que generaba grandes expectativas entre los asiduos televidentes (como su servidor) era el MTV Unplugged, concierto de roqueros en base a instrumentación acústica.

En la época dorada de este programa vimos pasar grandes luminarias del rock, como Eric Clapton, Sting, R.E.M, Kiss, Alice In Chains, Nirvana, Bob Dylan, sólo por citar algunos. Sin embargo, en los años del naciente milenio hemos visto una franca decadencia del show, con menos de 20 presentaciones en 7 años, siendo lo único digno de reportar a casa los de R.E.M. (por segunda ocasión), Staind y Queens of the Stone Age (porque de mencionar a Alicia Keys y a Ricky Martin, probablemente me excomulguen del Sagrado Corazón del Chopo).

El último show acústico del mencionado canal versa sobre uno de los grupos de rock noventero cuyo sonido altamente sintético y procesado se antojaba complicado para llevarlo "a los orígenes". La presentación de Korn en MTV Unplugged es por mucho la más afortunada de las más recientes ante el grandísimo reto que implica llevar el tosco, rudo y electriquísimo sonido de la banda insignia del "nü-metal" a una instrumentación sin cables. Además, las apariciones de Robert Smith en "Make Me Bad" y la ya hasta radiable "Freak On A Leash" con Amy Lee; además de la versión Korn de "Creep" de Radiohead, le dan un sabor muy especial al concierto.

Por si esto no bastara, la instrumentación seleccionada para el evento fue muy bien pensada por Jonathan Davis, Munky y Fieldy y lograron adaptar canciones casi impensables en acústico como "Blind", "Got the Life" o "Twisted Transistor", utilizando trombones, chelos y percusiones para suplir un simple pedal multiefectos para guitarra o bajo.

Sin duda, Unplugged siempre se ha visto en el mundo del rock como un reto para la creatividad de los músicos. En el caso de Korn, no solo se exalta su capacidad para recrear su música, sino que incluso, pareciera tratarse de la punta de lanza del resurgimiento del afamado programa de conciertos acústicos.