Reconozco que este blog ha sufrido un severo abandono en los últimos años (sí, los meses ya se volvieron años, qué horror). En función de ello me permito retomarlo para realizar un ejercicio de reflexión en torno a la pertinencia del mismo. ¿Sigue siendo mi blog importante? De serlo, ¿por qué lo tengo tan abandonado? Hagamos pues un breve ejercicio de colocar al blogero en el diván y analizar qué es lo que está sucediendo con ello.
La salida fácil sería el tiempo. Sí, últimamente he andado muy ocupado como para tomarme unos minutos eventuales e ingresar al sitio para colocar nuevas cosas. Pero si hago un ejercicio más profundo de conciencia, encontraré que no ha sido así. La realidad es que el tiempo que paso en Internet se va entre consultas de datos, revisión de correo electrónico y.... FACEBOOK!!!!
Sí, la respuesta es que mi blog ha sido arrumbado al más recóndito rincón del ciberespacio por el tiempo invertido en esta llamada "red social". Acto seguido cabe la pregunta del porqué una cosa en lugar de la otra. Parece que la respuesta es obvia: los blogs ya no están "de moda" y ahora lo "inn" y lo "padre" está en Facebook. Pero no, la verdad es que ya Facebook tampoco es la neta de la Inter-neta; pues ahora lo chido es ser "twitero" y colocar pequeños telegramas a la vista de todos tus contactos. En mi caso, confieso que he entrado con mucha lentitud a Twitter, pues aún siguen sucediendo muchas cosas en Fb como para destinarle más tiempo al ocio cibernético en otra red.
Ahora bien, me parece importante no caer en el lugar común, en el pensamiento automático, de etiquetar a los sitios sociales de Internet con la etiqueta de "modas". Más relevante será hacer algo de x-égesis sobre esta idea. En particular, retomaré dos autores para ello.
En primer lugar, quiero recuperar algunas de las ideas de Gilles Lipovetsky en "El imperio de lo efímero", donde se realiza un interesante análisis sobre las modas en la pos modernidad, de las cuales cabe destacar que no son meros entes estéticos y banales como regularmente se piensa, sino que representan una buena forma de generar "superdiferenciación social". Esto es, no me visto así solo para verme bien, sino para verme de una forma muy particular, muy "mía". En segundo lugar, he revisado la literatura de Manuel Castells sobre la revolución cibernética de nuestros tiempos que nos lleva a esta "sociedad en red". Este autor enfatiza en la tensión social que emana de las tecnologías de información de nuestra era entre la interconexión homogeneizadora de la globalización y el polo opuesto de la individualización a través de temas específicos y excluyentes como pueden ser el terrorismo o el nacionalismo.
Si tratamos de conjuntar ambas ideas, encontramos que la lectura de las redes sociales como moda sería muy superficial. Si bien es cierto que ya son muy pocos los que recuerdan hi5 y que ahora cada vez son más los que pasan más tiempo en Twitter y desde ahí alimentan su Facebook, la realidad es que las redes son más que un pasatiempo efímero; son vehículos cibernéticos que nos permiten reafirmar nuestra individualidad y mostrarla y confrontarla con nuestros pares.
Nodos de la red totalizadora, sitios como los blogs, Fb y Tw permiten también solidificar quién es uno mismo. Además, estas mismas redes adquieren sentidos distintos en esta misma proyección. El carácter ensayístico y extenso del blog nada tiene que ver con la idea pronta, inmediata y telegráfica proyectada a través de Twitter, o bien la expresión completamente gráfica del Flickr. Tal vez mañana alguien diseñe una red más interesante o completa que cualquiera de las "de moda", pero las redes y sus capacidades llegaron para quedarse.
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